7+1 errores vitales que te impiden perder peso.

Y además este es un mail especial para mi.

Este es un email muy especial para mi.

No por el contenido en sí (eso siempre lo es).

Sino porque en breve voy a dar un giro importante a mi vida, que creo (y deseo) que os va a gustar a todos.

Ayer cumplí 49 años.

No pude celebrarlo, porque el viernes sufrí un dolor repentino de rodilla (creo que es tendinitis), quizá por forzar un poco en el entrenamiento del jueves. Aunque eso sólo es una teoría.

Pero eso no tiene nada que ver con lo que os estoy contando.

Las situaciones que me han llevado hasta este punto, han sido variadas. Unos años complicados tras la muerte de mi padre y males familiares de mi madre y otros allegados.

Demasiados problemas y dificultades en los últimos 5 años me han llevado hasta la situación actual.

Creo que he aprendido muchísimo a todos los niveles. Y creo que para bien, ya que me he exigido a mí mismo de forma tan brutal como jamás hubiera pensado que iba a hacer.

Y pronto vais a ver cambios que creo que os van a sorprender para bien.

Hasta entonces, no quiero avanzar nada más de momento, porque espero que esto sea muy muy en breve.

Dicho esto…

Lo que sí quiero hoy, es compartir algo que me parece útil: los errores que más he visto (y vivido) en la pérdida de peso durante estos años.

Errores que se repiten una y otra vez. Y que, si los corriges, pueden cambiar tu resultado por completo en 2025.

Aquí van los 7 + 1 errores críticos que se suelen cometer a la hora de perder peso:

1. Horizontes de tiempo irreales.

El mayor enemigo no es la dieta ni el gimnasio: es la impaciencia.

Intentar arreglar en 6 semanas lo que has descuidado durante 5 años es un error mortal.
Se sobreestima lo que puedes lograr en un mes y se subestima lo que puedes lograr en 6–12 meses.

La pérdida de grasa sostenible funciona en dos fases:

  1. Perder la grasa y recuperar salud metabólica.

  2. Aprender a mantener el resultado en el tiempo.

Si no entiendes esto, lo único que haces es subirte a una montaña rusa.

2. Demasiado foco en perder peso, poco en perder grasa.

El objetivo no es “bajar kilos”, es bajar grasa mientras conservas músculo.

¿Por qué? Porque el músculo es el motor de tu metabolismo.
Si pierdes músculo con la dieta y el cardio, tu cuerpo se queda más débil, más lento y con menos capacidad de quemar calorías.

Un plan de pérdida de grasa siempre debe incluir:

  • Entrenamiento de fuerza.

  • Alta ingesta de proteína.

  • Déficit calórico moderado.

Si no haces esto, cada kilo que pierdes te deja más frágil de lo que estabas.

3. Usar las herramientas equivocadas.

El clásico: correr como loco en la cinta.

No puedes compensar una mala dieta con ejercicio. Nunca.
El cardio quema calorías mientras lo haces. Si paras, se acabó.
En cambio, la fuerza y la alimentación son las que cambian tu cuerpo de verdad.

  • Usa la dieta para perder grasa.

  • Usa el entrenamiento de fuerza para conservar músculo y resultados.

El cardio es un extra, no la base. Pero si es bueno para tu salud cardiovascular y pulmonar.

4. No regular el hambre.

El hambre va a aparecer, es parte del proceso. Pero si no aprendes a controlarla, te arrastra.

Algunas claves sencillas:

  • Establece horarios que encajen con tus ritmos.

  • Come alimentos densos en nutrientes.

  • Sube la proteína (es el macronutriente más saciante).

  • Bebe agua (la sed y el aburrimiento se disfrazan de hambre).

Controla tu hambre y controlarás tu dieta.

5. No priorizar el sueño.

Fuente: Insufficient Sleep Undermines Dietary Efforts to Reduce Adiposity (2010). Arlet V. Nedeltcheva, MD; Jennifer M. Kilkus, MS; Jacqueline Imperial, RN; Dale A. Schoeller, PhD; Plamen D. Penev, MD, PhD. Annals of Internal Medicine. doi:10.7326/0003-4819-153-7-201010050-00006

El sueño es la mano invisible que dirige tu metabolismo.

Dormir poco altera las hormonas del apetito, baja tu sensibilidad a la insulina, te hace desear más ultraprocesados y te deja sin energía para entrenar.

Un cliente perdió 60 kilos… pero el hambre no le daba tregua. El cambio fue tan simple como subir de 6 a 7 horas de sueño.
Resultado: menos hambre, más control.

Si quieres perder grasa, duerme. Tan importante como la dieta.

6. Deficiencias de nutrientes.

Muchas veces el problema no es la fuerza de voluntad, sino que tu cuerpo está pidiendo lo que le falta.

Deficiencias comunes:

  • Vitamina D → energía y metabolismo.

  • Vitamina B12 → ligada a obesidad y falta de vitalidad.

  • Fibra → sin ella, hambre constante y saciedad cero.

Hazte una analítica completa. A veces, lo que parece falta de disciplina es simplemente un déficit.

7. Cero consciencia (autosabotaje).

He visto cientos de casos de gente que “come sus emociones”. Estrés, ansiedad, aburrimiento.

Si no sabes por qué comes lo que comes, estás condenado a repetir el ciclo.
El primer paso es darte cuenta de tu patrón: ¿cuándo, cómo y por qué te sales?

La consciencia es más importante que la fuerza de voluntad.

8. Identidad, mentalidad y estilo de vida.

Este es el error más profundo: querer cambiar solo la báscula sin cambiar quién eres.

No se trata de “hacer dieta un mes”, se trata de transformar tu identidad:

  • Cuidar tu entorno.

  • Construir hábitos sostenibles.

  • Verte a ti mismo como alguien que se cuida porque forma parte de su vida.

Si no cambias eso, el resultado no dura.

Conclusión.

Estos son los 8 errores que más he visto en mí mismo, en clientes, y en la gente que me sigue desde hace años.

Lo bueno es que todos tienen solución.
Y la clave no está en buscar trucos mágicos, sino en evitar tropezar en estas piedras.

En 2025, mi objetivo es ayudarte a entrenar, comer y pensar de una forma que no solo te acerque a tu mejor físico… sino que te deje en el para siempre.

No es cuestión de suerte. Es cuestión de método, consciencia y tiempo.

Nos vemos el miércoles con las 3 píldoras.

Si necesitas ayuda con tu caso concreto o tienes algunas duda, respóndeme este correo.

Abrazo,
Hugo – NOgymNOlimits