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3 alimentos que reducen la grasa abdominal y tu hambre
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Últimamente se ha puesto de moda un nuevo fármaco para perder grasa. Lo están usando muchos famosos y emprendedores.
Se llama Semaglutida, más conocido como Ozempic.
¿La gracia?
Es una inyección que engaña a tu cerebro haciéndole creer que tu estómago ha colgado un cartel de “cerrado por obras”.
Lo consigue imitando una hormona llamada GLP-1, que regula el apetito.
Es como tener un portero de discoteca controlando lo que entra por tu boca.
Pero antes de lanzarte, hay algo que tienes que tener claro:
Este fármaco lleva solo unos años en el mercado. Y como todo lo artificial, viene con efectos secundarios.
Hice un hilo sobre el tema Ozempic hace el año pasado y mi opinión la irás viendo ahora.
Lo bueno, lo malo y lo feo:
Ventajas: Puedes perder peso más rápido que un móvil cayendo al váter.
Inconvenientes: Los efectos secundarios parecen sacados de una peli de terror: pérdida de masa muscular, efecto rebote, palpitaciones, dependencia a largo plazo...
Y eso sin contar que aún no se conocen del todo sus efectos a largo plazo.
El mito de la comida gratis
En el mundo farmacéutico no existe la comida gratis (a no ser que vayas a un congreso de la industria).
Todo medicamento tiene un coste, y Ozempic no es la excepción.
El más evidente: más de 900 € al mes… de por vida, si quieres mantener los resultados.
La alternativa natural a Ozempic
¿Y si te dijera que la naturaleza ya tiene su propia versión de este fármaco?
Sin agujas. Sin efectos secundarios. Y sin suscripción mensual.
Hay 3 tipos de alimentos que suprimen el apetito de forma natural, ayudándote a reducir centímetros de barriga.
¿Funcionan igual de fuerte que Ozempic? No.
¿Funcionan sin joderte por dentro? Sí.
Aquí van:
1. Proteína de alimentos reales.
Me encantan los batidos de proteínas, pero la mejor forma de consumir proteína sigue siendo la comida real.
Algunos ejemplos: carnes magras, pescado, huevos, marisco, legumbres, (tienes un correo anterior sobre este tema con las mejores fuentes de proteína).
En un estudio compararon dos grupos de personas con obesidad:
Grupo 1: dieta alta en carbohidratos.
Grupo 2: dieta alta en proteínas.
Ambos grupos perdieron peso, pero solo el grupo alto en proteínas consiguió revertir su prediabetes al 100% (el otro solo un 33%).
¿Por qué? Porque la proteína estimula fuertemente la hormona GLP-1, lo que mejora la respuesta de insulina y glucosa.
La proteína es el macronutriente más importante que puedes consumir.
Siempre suelo recomendar entre 1,6 y 2,2 g por kilo de peso ideal.
2. Grasas insaturadas.
Dato curioso: el aceite de oliva activa más el GLP-1 que la mantequilla.
Primero, una aclaración rápida:
Grasas saturadas: sólidas a temperatura ambiente (ej. mantequilla, ghee, aceite de coco, palma).
Grasas insaturadas: líquidas a temperatura ambiente (ej. aceite de oliva, aguacate, frutos secos, pescado azul).
En un estudio, dos grupos comieron 50 g de carbohidratos:
Grupo 1 los acompañó con mantequilla
Grupo 2 con aceite de oliva
¿Resultado? El grupo del aceite de oliva produjo más GLP-1 y tuvo mejor respuesta glucémica.
Ojo con esto: que no se te vaya la mano con el aceite.
El truco está en comer despacio para que estas grasas saquen su efecto saciante. Porque si te lo bebes como si fuera agua, vas a pasarte con las calorías antes de darte cuenta.
3. Alimentos ricos en fibra.
La fibra es la heroína olvidada del control del apetito. Es como un guardaespaldas para el portero.
Alimenta tu microbiota intestinal, que a su vez produce ácidos grasos de cadena corta, activando el GLP-1.
Pero eso no es todo.
Comer fibra también estimula la liberación de PYY, otra hormona que reduce el hambre.
¿Lo mejor? El efecto de segunda comida:
Comes fibra en una comida, y cuando llega la siguiente, tu cuerpo responde con menos hambre y mejor insulina.
Ejemplos top: arándanos, peras, fresas, avena, aguacate, manzana, frambuesas, plátano, remolacha.
Tip práctico: añade psyllium en copos a tus batidos de proteína. Más saciedad, sin más hambre.
En serio: este cambio ha marcado la diferencia para mí y para muchos clientes.
La batalla contra la grasa abdominal.
Controlar el hambre es la clave para perder barriga.
Es como jugar una partida de ajedrez contra tu estómago. No gana el más rápido, gana el más listo.
Ozempic tiene su atractivo, sí. Pero no es una píldora mágica.
Es más bien una suscripción mensual a Netflix con efectos secundarios.
Esta es la solución natural a Ozempic
¿Ozempic? No lo recomiendo.
¿Puede funcionar? Igual sí, pero también puede pasarte factura.
Antes de inyectarte nada, prueba lo natural.
Sin pinchazos. Sin efectos secundarios. Sin permanencia.
Al final, tu cuerpo es tuyo. Haz lo que creas que es mejor para él.
Pero si puedes lograrlo comiendo bien, ¿para qué meterle química?
No es el atajo… es el ESTILO DE VIDA.
Cuéntame qué opinas tú, leo todos los correos.
Hugo | NOgymNOlimits
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